El árbitro que se llevó todas las miradas en la noche del lunes, cambió su opinión acerca de la jugada clave, en la que dictaminó cobrar un insólito penal en el triunfo por 1-0 de Quilmes ante el Verdolaga en el Centenario.
La segunda semifinal del Reducido de la Primera Nacional tuvo un momento crucial, en el que Nicolás Lamolina sentenció la pena máxima a favor del Cervecero.
Sobre la media hora del complemento, cuando la serie estaba igualada, el juez sentenció la pena máxima para el elenco local por una supuesta falta de Marcelo Miño -arquero visitante- a Federico Anselmo. El futbolista de Quilmes quedó tendido en el césped pero él fue quien derribó al "1" luego de tocar la pelota.
El jugador del dueño de casa cambió por gol el penal y, de esta manera, anotó el 1-0 para que su equipo derrote a Oeste y se lleve el pase a la final.
Lamolina, en diálogo con TyC Sports, aseguró que modificó su versión del hecho trascendental: "En la cancha, sentí que el arquero había salido con imprudencia y por eso sancioné penal. Luego, viéndolo, me doy cuenta que es Anselmo el que golpea el cuerpo del arquero".
Además, el árbitro manifestó: "Sentí una decepción tremenda. Sobre todo porque mi búsqueda es la de la justicia deportiva. A la gente del fútbol, a la gente de bien, a la gente de Ferro pedirle las disculpas del caso. Me encuentro con una profunda tristeza. El disgusto y el hecho de no poder dormir por un par de días no me lo va a quitar nadie".
