La derrota ante Villa Dálmine fue la gota que derramó el vaso, Nueva Chicago se quedó sin entrenador en la previa de un nuevo clásico y a sólo cuatro puntos de la zona de descenso. El equipo de Mataderos hace siete que no gana, y de manera increíble desperdició la chance de alejarse de los puestos de abajo.
Si bien el objetivo de Chicago a principios de año era sostener la categoría, algunos buenos resultados, acompañados de buen funcionamiento hicieron llegar al elenco de Mataderos a estar muy cerca del ingresar al reducido. La visita a All Boys le hizo un daño irreparable a este equipo, la armonía de grupo se rompió y nada volvió a ser igual. Siete encuentros sin ganar, cinco derrotas al hilo y cuatro sin convertir, hicieron que Alfredo Grelak tome la decisión indeclinable de renunciar a su cargo.
Con Grelak al mando, este equipo obtuvo 24 unidades en 23 fechas pero lo malo es que tiene los mismos puntos que hace cinco semanas. Esta seguidilla de derrotas complicó a un equipo que ya estaba lejos de la zona de descenso, hoy solo se encuentra a cuatro de Villa Dálmine y el jueves perdió la gran chance de estirar esa ventaja.
El problema no es la ida del entrenador, en realidad una renuncia abrupta siempre complica aún más el panorama, pero el gran tema es: ¿quién será capaz de agarrar este "fierro caliente? o ¿con oqué se le va a pagar a quien decida venir?. Por ahora suenan varios nombres como el de Fernando Ruíz, Fabián Nardozza (ambos sin club) o Germán Cavalieri, que actualmente se encuentra en Comunicaciones, equipo al cual sacó campeón de la Primera B.
Por el momento nada concreto, lo único es que Chicago deberá disputar un nuevo clásico dentro de 10 dias, y por el momento no tiene DT y está al borde de volver a caer en la zona de descenso. ¡Ay Torito que semanita!
Por Cristian Vallejos / @CriisVallejos20
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