Mientras sigue la cuenta regresiva para el debut en la Primera Nacional, San Telmo no se detiene y sigue la puesta a punto para volver a la segunda división. Ocho refuerzos, pocas salidas, una base económica y un crecimiento institucional y edilicio que refleja el gran momento del club.
Cuando termina una temporada, siempre hay cambios. Hay equipos que, con una base sólida y buena reputación, logran mantener los pilares de sus ascensos, campeonatos y demás. Otros, más humildes, terminan perdiendo las figuras que los llevaron a sus alegrías ante clubes más llamativos. San Telmo es un caso particular, donde el esfuerzo se hizo de adentro hacia afuera, y rindió sus frutos.
Para 2019, el Candombero promediaba la mitad de la tabla en la Primera B. Desfiles interminables de técnicos y jugadores que no convencían ni lograban los objetivos. Sin embargo, algo se estaba cocinando en Perú 1360. Ahí, en su sede, se fueron formando los pilares de un equipo que, dos años y tres finales después, lograría el tan ansiado ascenso a la Primera Nacional. En el medio, mucho.
A nivel deportivo, la llegada de Fabián Lisa dio un estilo de juego que caracterizó a San Telmo, lo que fue continuado por Pablo Frontini, dirigido por Lisa y que colgó los botines para seguir con el proyecto. En lo Institucional, mucho más: pagos al día, reducción de deuda, inversiones en juveniles, predio de entrenamiento e inferiores en el Mercado Central, obras en el Polideportivo Oscar Vázquez del barrio de San Telmo y en el estadio Dr. Osvaldo Baletto de la Isla Maciel. Con sacrificio y trabajo, las cosas llegan.
Este panorama continúa a día de hoy, a pocos días del debut en el torneo. En la Isla se están terminando los nuevos paredones, se realizó el aireado del campo y su riego, y se reacondicionaron los vestuarios. ¿Y el plantel? Sólido. Del 11 titular de Frontini, solo Santiago Bustos, lateral izquierdo, abandonó el barco. El resto, intactos y comprometidos. A ellos, se suman ocho caras nuevas: Ezequiel Filipetto (central, 33 años), Iván Brun (arquero, 37), Thomas Amilivia (delantero, 22), César Carranza (volante, 40), David Achucarro (central, 30), Franco Quiroz (lateral izquierdo, 22), Héctor González (central, 28 y Cristian Medina (volante, 25).
Con un equipo amplio, que mezcla experiencia y frescura, pero donde todos comparten el hambre de gloria, San Telmo buscará hacer un buen papel en lo que será su regreso a la segunda división del fútbol argentino, después de más de 40 años.
Foto: Prensa San Telmo.
