Estudiantes de Río Cuarto doblegó por 2-0 a Alvarado de Mar del Plata y obtuvo su primera victoria en el torneo. Los goles de Javier Ferreira y Maximiliano Padilla le dieron el triunfo al Celeste en condición de local.
Fría, cruel y olvidable: la tarde riocuartense que trajo el sábado. Nada le importó a Estudiantes, que tras un inicio complicado derrotó 2 a 0 a Alvarado de Mar del Plata por la quinta jornada de la Zona A de Primera Nacional. Los goles vinieron en el complemento; en primera instancia en los pies de Javier Ferreira, a los 13’, y posteriormente Maximiliano Padilla, de cabeza y a los 21’.
En los primeros instantes de partido, Alvarado fue la
mismísima imagen de Estudiantes en las primeras jornadas. Los de Mar del Plata
pregonaron la posesión, buscaron la salida prolija desde el fondo, aunque
tuvieron poco peso ofensivo.
El elenco visitante buscó imponer su juego en el Candini
sobre Estudiantes. Del lado local hubo una leve mejoría en relación a lo
mostrado anteriormente. En pos de su primera victoria Estudiantes comenzó a
capitalizar los errores del rival, ganó en oficio en el mediocampo y su líneas
de ataque empezaron a entrar en conexión.
La etapa inicial fue prolija para ambos, es por eso que el
análisis se resume a una frase trillada: “se estudiaron”. La actualidad de los
equipos, las ansias de ganar y el temor a no tropezar nuevamente creó ese
panorama sobre los 45 minutos iniciales.
La más clara para Estudiantes estuvo en los pies del capitán
Bottino, que retornó con toda su experiencia al centro de la cancha y en uno de
sus característicos movimientos hacia la presión alta robó, trasladó y definió
con su pierna menos hábil (zurda). La pelota besó el palo.
En la segunda mitad, a esa leve mejoría se le sumó la actitud, la chapa y la soltura. Estudiantes fue otro, y para bien. El León volvió a lo seguro y lo que le dio redito en su momento. Los jugadores de más experiencia y asentados en la categoría le dieron seguridad y soluciones. Gastón Bottino como eje central, y Ortigoza como su ladero, a su ritmo acomodó e hizo andar al equipo. Hesar y Cainelli no desentonaron por las bandas, hubo más fluidez en el juego y el dueño de casa marcó el ritmo.
Al primer gol lo marcó otro asentado en la divisional.
Javier Ferreira ingresó por Talpone, debutó en el certamen, y en la primera que
tocó la mandó al fondo de la red.
La valla de Alvarado volvió a romperse a los 21’. Hesar se
proyectó por izquierda, trasladó y dejó a rivales en el camino y paso seguido
envió el centro pasado. Ferreira, quien ya era una de las máximas figuras, bajó
la pelota al área chica y Padilla, de palomita, puso el 2-0.
Comienzo de una nueva etapa para el León. Acuña movió piezas, colocó a jugadores más acostumbrados a
determinados puestos y en el quinto capítulo el triunfo apareció. Desde el
juego y andamiaje las impresiones también son de satisfacción, sobre todo por
lo demostrado en la segunda etapa. Los riocuartenses tienen cinco unidades en
la Zona A. Por su parte, Alvarado de Mar del Plata no levanta, sumó su cuarta
derrota en fila y reúne sólo un punto en el certamen.
Foto: Prensa Estudiantes